Ir al contenido principal

Omar y su final.

Los besos con Omar no estaban mal, pero la situación se estaba tornando peligrosa.
Odiaba quedarme sola con él, porque se convertía en un pulpo.
Mis amigas pensaban que me hacían un favor cuando se apartaban discretamente. Las veía alejarse con una expresión de terror.
Una negativa era un síntoma de que algo andaba mal, y eso era lo que deseaba evitar. Luchaba por verme "normal", con un novio que me representara y comportarme a la altura de la situación.
Pero esta me superaba.
Delante de todos, era la novia más cariñosa del mundo, pero al estar los dos solos, ponía mil excusas.
Me pidió una prueba de amor; una forma muy sutil de decirme que quería acostarse conmigo.
Ahora entiendo al pobre Omar, tenía por su lado la presión de sus amigotes quienes se habían acostados con sus novias, o al menos eso era lo que simulaban.
Para él, tenía la menstruación 28 días al mes. Los otros que sobraban, me dolía la cabeza.
Después de un tiempo, no pude aferrarme a nada y le lancé de una forma muy poética el "no eres tú, soy yo".
Se ofendió.
No esperó mucho para demostrarme públicamente que a un hombre no se le termina nunca.
Estaba concentrada en una clase cuando una de mis amigas me dio un golpe con el codo para que alzara la vista.
Asomado en la ventana estaba Omar, rodeado con su banda de amigos.
Me hizo un gesto de corte de tijeras con su mano derecha.
-Chama, te está cortando!
Me tradujo una amiga.
La clase quedó en silencio esperando mi reacción.
Lo único y real que se me ocurrió, fue encogerme de hombros y seguir con la tarea.
El salón estalló en una carcajada y Omar se quedó estático por la humillación.
No subí la cara, estaba temblando de los nervios y la emoción. Me había librado de Omar.
Pero estaba lejos de hacerlo con mis complejos.





Comentarios

Entradas populares de este blog

El momento de la despedida o hasta aquí llega esta echadera de cuentos

Yo pensé que esto iba a ser muy fácil. Acaricié muchas veces la idea de llegar a este momento porque estaba loca por cerrar este ciclo que comenzó hace mucho tiempo. Prometí despedirme en la entrada 200 pero los tiempos se fueron alargando y me tocó, como muchos otros, salir de mi país. Al llegar a Lima dejé de lado el blog porque no tenía la paciencia, las ganas y la fuerza de voluntad para seguir empujando las historias. Emigrar me sumió en una especie de depresión pasiva (si esto de verdad existe) y me quitó por mucho tiempo las ganas de escribir, pero esos cuentos son para otro momento. Comencé a escribir por acá, si no me equivoco, en el año 2013.   Lo abrí tiempo después de llegar a Puerto Ordaz luego de vivir 13 años en Maracay, donde me fui a estudiar comunicación social. Llegué a Puerto Ordaz con el corazón roto porque había dejado al amor de mi vida en esa ciudad, con la promesa de regresar juntas muy pronto. Nunca ocurrió. El blog nació como una forma de sacar toda ...

¿Periodistas serios? Te voy a echar un cuento

-¡Mídete Mawa! -¿Qué quieres decir con eso? -No puedes escribir cualquier cosa en tu blog. ¡Eres una figura pública! -¿Yo? ¿Una figura pública? ¡Me entero! -Eres periodista, tus notas salen todos los días. -¿Entonces? -¡Tienes que ser seria! Ahí está el problema. No me considero una periodista seria, de esas que andan con una imagen de impoluta hipocresía por el mundo, mirando por encima del hombro a los demás, porque según la tradición, los periodistas somos dueños de la verdad. Y como acreedores ese don divino, nosotros debemos ser ejemplo de éxitos, pero no de fracasos. Me da un poco de risa esos periodistas que llegan a una rueda de prensa cargados de palabras rebuscadas, más serios que una piedra y con una distancia que dan más ganas de huir que de hablar. La idea tampoco es que te sientes en las piernas del entrevistado como si fuera tu amigo de toda la vida, pero tampoco y mucho menos, que lo trates con unas pinzas de distante asco. Y la palabra ética da vueltas en la...

Una señal del destino (I)

Les juro que si canta una vez más empezaré a gritar. Puedo jurar, que si llega a acercarse un poco más para besarme como es su intención, o para tocarme como señalan sus ganas, voy a fingir un desmayo.  Les puedo jurar que yo jamás alenté, propicié, animé, avivé -ustedes busquen los sinónimos que quieran- pero jamás hice algo para estar en esta situación tan bochornosa, atrapada en el cubículo de un baño público sin poder moverme, mientras la hermana de una compañera de trabajo me tiene acorralada dedicándome una canción. - Yo no me doy por vencida ...te recuerdo que tu hermana y mi novia están afuera...y o quiero un mundo contigo ...y estamos tardando mucho... juro que vale la pena ...juro que voy a gritar si no me dejas salir de acá... esperar, esperar y esperar un suspiro ... (Suspiro) La cantante aficionada se llama Julia, pero yo le digo Selma porque es la copia exacta de la hermana de Marge Simpson.  A Selma no parece importarle que fuera de este baño fétido ...