Ir al contenido principal

¿Dónde nace la homofobia?

Hay una diferencia importante entre ser gay y un homofóbico.
El primero no elige serlo, el segundo lo adquiere en una decisión consciente de rabia y odio.
He notado que los homofóbicos ni siquiera se sienten como unos. Para ellos, sus pensamientos son parte de una "verdad universal".
Ante una realidad que desconocen, dejan escapar comentarios radicales, comparaciones exageradas y sentencias cercanas al nazismo.
El gay debe mantener una imagen de perfección: esos se salvarán. Pero para los homofóbicos son pocos.
Los demás, esos que al final cometen las mismas equivocaciones que los heterosexuales, no tienen derecho a nada.
Cada vez estoy más segura, que un homófobico radical es un gay reprimido, marcado por una especie de rencor.
Es una manera de explicar tanto veneno desatado.
Por eso los homofóbicos, lo que me inspiran es más lástima que otra cosa.
Mientras la sociedad avanza a un reconocimiento entre todos los seres humanos, ellos se van quedado atrás, como rémoras de un pasado que no volverá.
Son una especie rara en vías de extinguirse.
Porque el odio es un sentimiento que practica el canivalismo que termina consumiendo a la persona.


Comentarios

Entradas populares de este blog

El momento de la despedida o hasta aquí llega esta echadera de cuentos

Yo pensé que esto iba a ser muy fácil. Acaricié muchas veces la idea de llegar a este momento porque estaba loca por cerrar este ciclo que comenzó hace mucho tiempo. Prometí despedirme en la entrada 200 pero los tiempos se fueron alargando y me tocó, como muchos otros, salir de mi país. Al llegar a Lima dejé de lado el blog porque no tenía la paciencia, las ganas y la fuerza de voluntad para seguir empujando las historias. Emigrar me sumió en una especie de depresión pasiva (si esto de verdad existe) y me quitó por mucho tiempo las ganas de escribir, pero esos cuentos son para otro momento. Comencé a escribir por acá, si no me equivoco, en el año 2013.   Lo abrí tiempo después de llegar a Puerto Ordaz luego de vivir 13 años en Maracay, donde me fui a estudiar comunicación social. Llegué a Puerto Ordaz con el corazón roto porque había dejado al amor de mi vida en esa ciudad, con la promesa de regresar juntas muy pronto. Nunca ocurrió. El blog nació como una forma de sacar toda ...

Una señal del destino (y II)

 ¿Cómo es que sigue la canción de Fonsi? Este silencio esconde demasiadas palabras. Silencio. -¿Julia? ¿Mawa? ¡Abran la puerta! Le tapo la boca a Julia en un intento inocente de tratar, con esa acción, retroceder el tiempo y salir de este encierro en un baño público de un club campestre de Maracay.  A veces los problemas me buscan con gran saña sin yo haberles hecho nada.  Le señalo a Julia con mi dedo índice en mi boca que se calle, con la otra mano le tapo la boca pero ella empieza a lamerla. ¡COÑO, Coño, coño! -¿MAWARÍ? -Voy Voy. ¿A dónde voy? ¿Qué clase de respuesta es esa? Quizás, cuando me decida abrir la puerta, podría pensar en otra mejor, algo así como, "No es lo que estás pensando", pero lo descarto. Salir con un lugar común no es la mejor manera de solucionar este malentendido, porque básicamente todo esta situación está mal, muy mal.  Empiezo a mover el pasador de la puerta tan en cámara lenta, como si estuviera desactivando una bomba de tiempo a punto de...

El fin del caos (y III)

 -No creo que te sirva este pantalón. Me dijo David sosteniendo en la mano un jean de su hermana, dos tallas menor a la mía. -¿No habrá algo más? Tardó un rato más en buscar y esta vez llegó con una larga falda amarilla llena de pliegos, lazos y lentejuelas de colores, una prenda que jamás en mi vida sobria y sensata hubiera utilizado.  No hace falta acotar que este no era el momento más sensato de mi vida. Una vez más. -Pero me la tienes que regresar rápido, es la falda favorita de mi mamá. La tierna advertencia de David junto a su disposición de ayuda, me hizo callar cualquier queja inútil en una situación donde no tenía muchas salidas. Tampoco quería seguir hablando de la noche anterior, pero David me empujaba. -¿Qué le pasó a tu pantalón? ¿Le hiciste el sexo oral a esta chama? Sin él saberlo, las dos respuestas a sus preguntas tenían una relación directa.  Le conté como en sueños me dejé llevar hasta el sofá.  Observé como mi amiga abría las piernas ante mí con s...