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La forma de acabar una amistad

La mesa redonda de amigas. Yo en el medio.
-Creo que no has encontrado el hombre que te haya dado bien duro.
-No es eso.
-Quizás una mala experiencia...
-Tampoco.
-¿Pero nunca has...?
-No
-Te falta es...estar con un hombre...
-No creo.
-No puedes decir que no te gusta si no lo has probado...
-No hace falta.
-Tienes que probarlo, no puede decir que no te gusta.
-Deberías acostarte con una mujer para ver si te gusta...no lo has probado.
-¡Asco!
-¿Ves?
Silencio.
-No te ves como una...
-¿Cómo debería verme?
-Vestirte como un hombre, por ejemplo.
-Son etiquetas, no todas se visten como un macho.
-Es una etapa. Estás confundida.
-¿Te ha pasado?
-¡CLARO QUE NO!
-¿Entonces?
-Debe ser porque no te criaste con tu papá...
-Golpe bajo.
-Pero es una posibilidad...
-Tus papás están divorciados también, quiere decir que tú...
-¡CLARO QUE NO!
Silencio.
-Pero te hemos conocido novios.
-Traté.
-¿Pero te gustaba no?
-No estaba mal, pero...
-¡Ves! No todo está perdido, si pudiste sin problemas. Es que no eres...
-¡Coño!
-Tratamos de ayudarte.
-Ayudarme es entenderme, no cuestionarme.
-Hay que encontrarle la razón.
-Lo pintan como algo terrible...
Silencio.
-Bueno, bueno no es...
La mesa se termina. Solo una amiga se queda atrás.
-Tengo una pregunta.
-No quiero que me repitas lo mismo.
-No es que...sigo pensando que es una etapa, pero...tengo una amiga que ha tenido sueños de esos...tú sabes...
-No sé.
Pausa torturadora.
-¡Tú sabes!. Sueños con mujeres. Ella me dijo, pero no supe decirle nada. ¿Quiere decir que es?
¿Ser o no ser rata? He allí el dilema.
-No. No quiere decir nada.
Suspiro de alivio. De ella. No de la amiga.




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