Ir al contenido principal

La despedida (y II)

-No. Está saliendo conmigo.
Un golpe directo al estómago.
Eres un amigo horroroso, horrible. ¿Cómo coño se te ocurre salir con mi ex? ¡Tú eres uno de mis mejores amigos! Sabes la importancia de esa mujer en mi vida. Conociste de primera mano todo el tiempo y el esfuerzo que me tocó conquistarla. ¡Lloré en tu hombro cuando terminamos! Te dije que me había enamorado de ella, que me dejó el corazón roto, que gracias a ella volvió mi arrechera a las bisexuales. ¡Me diste ánimo! Me dijiste que ella no valía la pena, que era una loca, una indefinida. ¡Hipócrita! La querías para ti todo este tiempo. Yo siempre supe que ella te gustaba, siempre, pero jamás pensé en esta traición, de ti no, todos menos tú. Seguramente me vas a decir que ya lo nuestro terminó, pero David, el código dice que nunca vas a salir con el ex de un amigo. ¡Claro! No se te ocurrió mejor momento de darme la noticia cuando me voy del país. ¡Cobarde! ¡Yo jamás te quité una novia! ¡Ah, no perdón! Es que nunca te conocí una pareja porque no tienes las bolas David, o tienes bolas de Galio, y nunca pudiste acercarte a una mujer. ¡Eres un cobarde!
Pero no dije nada de esto.
Mi mente gritaba todos los insultos posibles, pero sin abrir la boca
-...pero pasó cuando ya habían terminado Mawa.
-¡Ah!
-¿No te molestas?
-No vale. Claro que no. Me alegro.
¡Sí! ¡Me alegro! Me alegro salir de este país tan  horroroso, irme a Lima lejos de amigos que a la primera oportunidad salen con tus exparejas. De amigos tan traicioneros que no se detienen a pensar ni un segundo, en que no es buena idea restregarte en la cara que están saliendo con tu ex, a pocas horas de irte del país.
Y llega ella.
La última vez que la vi fue por unos pocos minutos frente a un café después de insistirle en vernos.
Ella llegó con muchos nervios y con muy pocas ganas de hablar, solo logró decirme que su novio le comentó a sus padres y su hermano y que ellos no tuvieron mejor idea que golpearla.
-Lo siento.
-Mawa, yo no soy así. Solo fue el alcohol.
Escuchar la eterna excusa del alcohol me molestó tanto que apenas pude disimular mi ironía.
-O sea, tomas ¿y te conviertes en bisexual? ¡Nunca más bebas!
-No lo sé, es la primera vez que me pasa.
Un año y medio después, me sale sin querer una sonrisa irónica al darle la mano.
-Señorita, ¿cómo está?
Ella tartamudea, baja la mirada, me tiende la mano, me hace un comentario sobre lo feliz que está de verme, mi amigo le pone un abrazo encima del hombro, marca territorio, me entran ganas de vomitar, voy al baño, me miro al espejo, noto que estoy un poco mareada pero más allá de eso, estoy molesta, muy molesta.
Después de unos minutos salgo a encontrarme con mis amigos y noto que mi ex tiene una cerveza en la mano.
Mi lengua fue más rápida que algún otro sentido común.
-No bebas mucho que sabemos lo que pasa cuando tomas...
Un silencio incómodo cayó encima de la noche. Mi amiga Fe, aprovechó para llevarme aparte y calmarme con un montón de palabras.
Tenía pocas horas para disfrutar lo que seguramente, era la última vez con mis amigos. Así que debía guardar la compostura, comportarme como una adulta y aceptar que en este juego había perdido.
Regresé a la reunión derrotada pero con la firme intención de no demostrar nada, quizás, una falsa felicidad.
Interpreto bien mi papel por una hora, hasta que me la encuentro frente a frente en el baño.
-Mawa...Yo...
-¿Quė?
-Me alegra verte...
-Ya me lo has dicho toda la noche.
-No quiero que te molestes.
-¡No lo estoy!
-Yo te quiero mucho.
Doy un paso al lado para esquivarla y entrar al baño, cierro la puerta y me miro al espejo una vez más: voy a tomarme esto con calma.
No sé cuánto tiempo me tardo pero al salir no está David.
-Ti, mañana te llama. Se tuvo que ir urgente. Voy a servir otra ronda, ¿quieren?
Son más de las cuatro de la mañana y estamos mi ex, Edgardo y Fe, alrededor de una pequeña mesa hablando de cualquier cosa, cuando alguien suelta una bomba.
Hasta ahora no sabría decir quién dijo qué.
-¿Y si nos damos un beso de despedida?
-¡Claro!
-¡Pero un beso los cuatro al mismo tiempo!
-Suena interesante.
-¡Qué rico!
-Esta pana bebe y se transforma en bisexual.
-¿Quieren o no?
-¡Esto no tiene que salir de aquí!
-¡No lo tiene que saber David!
-No, no, no. Esto no se le dice a nadie. Esto no es Puerto Ordaz, ¡esto es PuertoRock!
-¿Quién comienza?
-Ustedes dos que se tienen ganas.
-Jajajaj. ¡No! Eso es pasado.
-Nadie comienza, somos los cuatro al unísono.
-Bueno, contamos hasta tres.
-Ok.
-Uno.
-¿Mawa?
-¿Qué?
-Nos vas a extrañar en Perú.
-Sin duda.
-Dos.
-¿Pero el beso es con lengua?
-¡Claro!
-Tres.



Comentarios

  1. Mi esposo me dejó debido a mi falta de hijos durante 9 años. Mi corazón estaba destrozado porque ya no podía soportar el dolor. Comencé a buscar ayuda en Internet y encontré un artículo de (Elizabeth) que decía que Lord Zakuza la ayudó a recuperar a su esposo después de pagar algunos (artículos espirituales) utilizados para preparar el hechizo que trajo a su esposo en 24 horas. Me adhirí a su testimonio y me conecté con Lord Zakuza y después de verterle mis dolores, Lord Zakuza me dio sus palabras de que quedaré embarazada dentro de un mes después de que mi esposo regrese. Le creí y seguí todas sus instrucciones y pagué la suma de 230 euros para que él comprara los (artículos espirituales) que necesitaba para resolver mi caso. Me sorprendió cuando recibí una llamada de mi esposo diciendo que lo lamentaba y que volvería a casa y que esto sucedió dentro de las 24 horas después de que Lord Zakuza preparó un hechizo de amor para mí. Mi esposo regresó a mí y esta vez volvimos de nuevo e irrompible. Después de 2 semanas, estaba embarazada de mi esposo y di a luz a una hija encantadora a la que llamamos (ALEGRÍA). Puede que estés atravesando el infierno ahora, pero te digo que no durará para siempre, porque Lord Zakuza está aquí para ayudarnos a todos. Puede chatear con él en su línea de WhatsApp en +17405739483 o enviarle un correo electrónico a: doctorzakuzaspelltemple@hotmail.com para obtener una solución permanente.

    ResponderEliminar
  2. La vida ha estado llena de desafíos desde que mi esposo me dejó y siguió con otra mujer. La mayoría de las veces había pensado en terminarlo todo. Las cosas empeoraron cuando perdí mi hogar, mi familia y todo por el huracán Matthew y me convertí en refugiado en mi propio país, Haití. La única propiedad que me quedaba era un teléfono con acceso a Internet en mi bolsillo. Un día fiel, encontré un Doctor Ilekhojie en Internet, en Facebook. Alguien de los Estados Unidos había testificado de muchas cosas maravillosas que el doctor Ilekhojie había hecho por ella y su familia. Lo contacté y el resto dicen que es historia. Hoy estoy felizmente casado con un soldado que conocí en el campamento, y estoy recuperando mi felicidad nuevamente. No puedo guardar esta felicidad para mí porque no soy egoísta. Usted también puede contactar al Dr. Ilekhojie por correo electrónico: gethelp05@gmail.com o enviarle un mensaje de texto al whatsapp +2348147400259

    ResponderEliminar
  3. La vida ha estado llena de desafíos desde que mi esposo me dejó y siguió con otra mujer. La mayoría de las veces había pensado en terminarlo todo. Las cosas empeoraron cuando perdí mi hogar, mi familia y todo por el huracán Matthew y me convertí en refugiado en mi propio país, Haití. La única propiedad que me quedaba era un teléfono con acceso a Internet en mi bolsillo. Un día fiel, encontré un Doctor Ilekhojie en Internet, en Facebook. Alguien de los Estados Unidos había testificado de muchas cosas maravillosas que el doctor Ilekhojie había hecho por ella y su familia. Lo contacté y el resto dicen que es historia. Hoy estoy felizmente casado con un soldado que conocí en el campamento, y estoy recuperando mi felicidad nuevamente. No puedo guardar esta felicidad para mí porque no soy egoísta. Usted también puede contactar al Dr. Ilekhojie por correo electrónico: gethelp05@gmail.com o enviarle un mensaje de texto al whatsapp +2348147400259

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Anatomía de un guayabo (y II)

-No quiero que me malinterpretes. Te pregunté en esa oportunidad si a pesar de conocer todos los ciclos por los que tienes que pasar, desde el momento en que sabes que te enamoraste, hasta el día en que te das cuenta que todo termina, y entras en ese maluco guayabo querías, aún así, a pesar de todo el lío...¿enamorarte? Lo digo porque sin duda, no puedo negarlo, ¡Vale la pena! Sí, sí, no creas que estoy loca. Chama, lo mejor del final, no es que quiera insistir en este sentimiento pesimista, pero lo mejor del final es terminar bien con tu ex. No, creas, pasa mucho y no es malo. O en un caso hipotético al menos no quedar con un sentimiento de odio porque si se da ese caso, quedar herida de rencores, tú serías la perdedora ¿Y no queremos perder verdad? En mi caso, mi última ex me montó tantos los cuernos, que ese debe ser el motivo por el que ahora se me cae más el cabello...¡No te rías! ¡Es verdad! Aquello fue una carnicería del engaño, lo mínimo que ella se merecía de mi parte era que

El momento de la despedida o hasta aquí llega esta echadera de cuentos

Yo pensé que esto iba a ser muy fácil. Acaricié muchas veces la idea de llegar a este momento porque estaba loca por cerrar este ciclo que comenzó hace mucho tiempo. Prometí despedirme en la entrada 200 pero los tiempos se fueron alargando y me tocó, como muchos otros, salir de mi país. Al llegar a Lima dejé de lado el blog porque no tenía la paciencia, las ganas y la fuerza de voluntad para seguir empujando las historias. Emigrar me sumió en una especie de depresión pasiva (si esto de verdad existe) y me quitó por mucho tiempo las ganas de escribir, pero esos cuentos son para otro momento. Comencé a escribir por acá, si no me equivoco, en el año 2013.   Lo abrí tiempo después de llegar a Puerto Ordaz luego de vivir 13 años en Maracay, donde me fui a estudiar comunicación social. Llegué a Puerto Ordaz con el corazón roto porque había dejado al amor de mi vida en esa ciudad, con la promesa de regresar juntas muy pronto. Nunca ocurrió. El blog nació como una forma de sacar toda esta frus

El fin del caos (y III)

 -No creo que te sirva este pantalón. Me dijo David sosteniendo en la mano un jean de su hermana, dos tallas menor a la mía. -¿No habrá algo más? Tardó un rato más en buscar y esta vez llegó con una larga falda amarilla llena de pliegos, lazos y lentejuelas de colores, una prenda que jamás en mi vida sobria y sensata hubiera utilizado.  No hace falta acotar que este no era el momento más sensato de mi vida. Una vez más. -Pero me la tienes que regresar rápido, es la falda favorita de mi mamá. La tierna advertencia de David junto a su disposición de ayuda, me hizo callar cualquier queja inútil en una situación donde no tenía muchas salidas. Tampoco quería seguir hablando de la noche anterior, pero David me empujaba. -¿Qué le pasó a tu pantalón? ¿Le hiciste el sexo oral a esta chama? Sin él saberlo, las dos respuestas a sus preguntas tenían una relación directa.  Le conté como en sueños me dejé llevar hasta el sofá.  Observé como mi amiga abría las piernas ante mí con sus manos guiando mi