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Mostrando entradas de junio, 2016

La casa del pecado (I)

-¡Bienvenida! Mawa, te compré las cervezas que te gustan. -No quiero, me estoy desintoxicando. -¿Y esa vaina? -Estoy cumpliendo los pasos de Alcohólicos Anónimos sin ir a una reunión. Quiero evitarme la pena de pararme ante ellos y admitir que tengo un grave problema con la bebida. -Una sola no hace daño. -Tomo una y no paro. -¡Eres tan divertida bebida! -Las primeras diez, después no respondo de lo que hago. ¿Qué otra cosa tienes? -Ummm, Vodka, ginebra, guarapita, ron, un dedo de güisqui,maría, polvo de ángel. -Agua. -¡Aburrida! Déjame ver si tengo, no prometo nada. Venir a esta fiesta es una muy mala idea. Esta casa es un imán para personajes llenos de vicios tan peligrosos como la cocaína, tan fuertes como el alcohol, tan sutiles como la marihuana y por supuesto, el sexo. Todo en esta casa respira sexo. Ahora que cumplo un mes sobria, me preocupa que las puertas estén tan abiertas para mí. El dueño, un gay con tantas historias escabrosas que harían palidecer cualquier

Trilogía de infidelidad (Dicen que a la tercera va la vencida)

Me encantan los programas de crímenes no resueltos. Esos donde el asesino deja una escena macabra, y sale tranquilo porque está seguro que no dejó rastros que lo identifiquen. Después llegan los detectives y van olfateando cada huella, recogen con un hisopo una salpicadura de sangre y empiezan a armar el rompecabezas. Hasta que dan con el sospechoso para enfrentarlo en un interrogatorio que empieza con preguntas generales, y al principio, el criminal siempre niega alguna vinculación. -¡No, nunca estuve en esa casa oficial! ¡No conocía a la víctima! Y ¡Boom! Colocan sobre la mesa las pruebas de ADN que lo atan sin duda a la escena del crimen. Se hace justicia. No pueden resucitar a la víctima pero el victimario queda tras las rejas. Yo ahora me siento como uno de esos detectives. Tengo en mi poder más de diez capturas de pantallas de conversaciones subidas de tono, llamadas de horas de conversación y fotos comprometedoras de mi novia con su ex. La única diferencia entre los i