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Mostrando entradas de octubre, 2016

Anatomía de un guayabo

-Chama lo primero es aceptar que vas a estar jodida por un buen rato. El tiempo de duración del dolor es proporcional a cuánto te entregaste a él, o a ella en este caso. Aunque te hayan montado los cachos hasta con tu mejor amiga vas a recordar los mínimos detalles cursis: que si aquella vez robó una cayena en una casa ajena y te la regaló, que otra vez agarró una piedra a la orilla de la playa y te metió la labia de que la conservaras porque era una fecha especial, o aquel día en el que convirtió un pedazo de papel en un anillo de compromiso. Vas a suspirar por esas veces, vas a buscar en tu cartera la bendita piedra, te pondrás ese anillito de papel y vas a llorar hasta que te duela el estómago. Entonces vas empezar a buscarla en las redes sociales, si tiene todo bloqueado, vas a crear perfiles falsos para ver si cae y te acepta, intentarás con alguno de sus amigos, y quizás, si tienes tan mala suerte, encontrarás una foto de tu ex con su nueva pareja. Otra vez a llorar, porque esa c