Ir al contenido principal

Juegos peligrosos

La botellita.
No existe algo tan infame en el mundo como ese juego entre varias personas, quienes hacen una rueda con la única excusa de darse un beso sin remordimientos, con el que te gustaba.
En el liceo, era una fija que alguien saliera con la genial idea de utilizar una botella y dejar que el destino te enviara a ese acto público de escoger entre una confesión o un hecho.
Siempre me iba por la confesión.
Ni me interesaba, ni quería besarme con alguno de los muchachos.
Además...¿Qué tanto podía confesar alguien de 16 años?
-Mawa...¿si pudieras besarte con alguno de aquí con quién lo harías?
¡Coño! Gritaba mi mente.
Omar había quedado en el pasado unos meses atrás, y solo deseaba que me dejaran tranquila con el tema.
Pero mis amigas insistían.
Miré a mi alrededor y seleccioné a Jorge, uno de los muchachos que apenas conocía.
Un nerd en toda su extensión, tímido, que se ponía nervioso al hablarme.
Supuse que le daría lo mismo si lo nombrara o no.
Otra ronda y la botella me apuntó
-¿Confesión o hecho?
-Confesión.
-¡No Mawa, no se vale!...siempre agarras confesión, no se vale, tienes que agarrar hecho.
Todos se unieron en la petición.
-Está bien...hecho.
-Dale un beso con lengua a Jorge.
¡Coño!
Fijé la vista en Jorge. Tenía la mirada pegada al piso, rojo de la pena, temblando de los nervios.
Me negué.
-No me parece, además no quiero hacerlo sentir incómodo...él no quiere.
-Sí, si quiero.
¡Coño!
No sé en que lugar de su ser, Jorge logró sacar las fuerzas necesarias para aceptar.
Me acerqué, le agarré con mis manos su cara y le di un beso con los labios apretados.
Todos se quejaron. Pedían a gritos lengua.
Jorge emocionado por el momento, tomó el impulso y literalmente me hizo una laringoscopia con la lengua.
Nos separamos bajo el júbilo de mis amigos.
Quería huir de allí.
Pero el juego continuó. Y a Jorge le tocó el turno para una confesión.
-¿Cual es el mejor beso que te han dado?
-Este, sin duda este...porque Mawa me gusta.
Mis amigas felices celebraban, no sé que cosa.
Lo único que entendí fue que entraba en el círculo de novios al que tanto le huía.
Me hicieron una emboscada y caí.
¡Coño!

Comentarios

Entradas populares de este blog

El momento de la despedida o hasta aquí llega esta echadera de cuentos

Yo pensé que esto iba a ser muy fácil. Acaricié muchas veces la idea de llegar a este momento porque estaba loca por cerrar este ciclo que comenzó hace mucho tiempo. Prometí despedirme en la entrada 200 pero los tiempos se fueron alargando y me tocó, como muchos otros, salir de mi país. Al llegar a Lima dejé de lado el blog porque no tenía la paciencia, las ganas y la fuerza de voluntad para seguir empujando las historias. Emigrar me sumió en una especie de depresión pasiva (si esto de verdad existe) y me quitó por mucho tiempo las ganas de escribir, pero esos cuentos son para otro momento. Comencé a escribir por acá, si no me equivoco, en el año 2013.   Lo abrí tiempo después de llegar a Puerto Ordaz luego de vivir 13 años en Maracay, donde me fui a estudiar comunicación social. Llegué a Puerto Ordaz con el corazón roto porque había dejado al amor de mi vida en esa ciudad, con la promesa de regresar juntas muy pronto. Nunca ocurrió. El blog nació como una forma de sacar toda ...

¿Periodistas serios? Te voy a echar un cuento

-¡Mídete Mawa! -¿Qué quieres decir con eso? -No puedes escribir cualquier cosa en tu blog. ¡Eres una figura pública! -¿Yo? ¿Una figura pública? ¡Me entero! -Eres periodista, tus notas salen todos los días. -¿Entonces? -¡Tienes que ser seria! Ahí está el problema. No me considero una periodista seria, de esas que andan con una imagen de impoluta hipocresía por el mundo, mirando por encima del hombro a los demás, porque según la tradición, los periodistas somos dueños de la verdad. Y como acreedores ese don divino, nosotros debemos ser ejemplo de éxitos, pero no de fracasos. Me da un poco de risa esos periodistas que llegan a una rueda de prensa cargados de palabras rebuscadas, más serios que una piedra y con una distancia que dan más ganas de huir que de hablar. La idea tampoco es que te sientes en las piernas del entrevistado como si fuera tu amigo de toda la vida, pero tampoco y mucho menos, que lo trates con unas pinzas de distante asco. Y la palabra ética da vueltas en la...

Una señal del destino (I)

Les juro que si canta una vez más empezaré a gritar. Puedo jurar, que si llega a acercarse un poco más para besarme como es su intención, o para tocarme como señalan sus ganas, voy a fingir un desmayo.  Les puedo jurar que yo jamás alenté, propicié, animé, avivé -ustedes busquen los sinónimos que quieran- pero jamás hice algo para estar en esta situación tan bochornosa, atrapada en el cubículo de un baño público sin poder moverme, mientras la hermana de una compañera de trabajo me tiene acorralada dedicándome una canción. - Yo no me doy por vencida ...te recuerdo que tu hermana y mi novia están afuera...y o quiero un mundo contigo ...y estamos tardando mucho... juro que vale la pena ...juro que voy a gritar si no me dejas salir de acá... esperar, esperar y esperar un suspiro ... (Suspiro) La cantante aficionada se llama Julia, pero yo le digo Selma porque es la copia exacta de la hermana de Marge Simpson.  A Selma no parece importarle que fuera de este baño fétido ...