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El museo del horror

El mensaje es tentador: "Adela quiere quedar contigo"
Es una alerta que se activa en mi celular cuando alguien visita mi perfil en Badoo y le da el visto bueno a mis fotos.
Para los que no sepan, Badoo es una red social para "conocer amistades" y las comillas encajan perfectamente en la frase, porque en el fondo Badoo es una aplicación para cuadrar con alguien, tener citas, medir tu popularidad o ego, o lo bien que te ves, o vaya usted a saber.
Y para algunos -o muchos- obtener un encuentro sexual.
Me lo recomendó un amigo que vive en Irlanda donde Badoo también ha calado en esto de las citas a ciegas.
Mi amigo me mandaba fotos de los maravillosos hombres que había conocido a través de la red social  y lo bien que funcionaba, pero en el momento que me anoté en esta vieja moda, no me percaté de algo sencillo, Venezuela no es Irlanda y hasta en algo tan simple como Badoo, se nota la diferencia entre el primer mundo con este.
Así que Adela quería conmigo y abrí su perfil.
Adela tiene 41 años, es cristiana evangélica y en sus 71 fotos le está predicando al Señor, Adela también apunta en su corta biografía que es heterosexual.
Normal, Adela es evangélica y le gustan los hombres, no tengo ningún problema con eso.
¿Qué hace Adela mandándome mensajes a privado? Lo descubrí en las primeras líneas.
Adela le gustan mis fotos, muchas gracias, Adela está curiosa, normal mujer todos se sienten así alguna que otra vez, Adela siempre se ha sentido atraída por una mujer, Ok, Adela siente que eso no está bien, lo entiendo, Adela quiere conocerme porque quiere probar conmigo.
La conversación duró diez minutos.
Bloquee a Adela.
El bloqueo de Adela no es el primero, también lo hice con una pareja de casados que necesitaban una novia para un trío perfecto y en su perfil salían juntos con caras de asesinos en serie que me provocó un miedo inmenso.
Y a otras dos más que me mandaban mensajes desesperados en la madrugada con los análisis de nuestros intereses comunes.
Si hay algo bueno que le he sacado a Badoo es que puedo detectar con una simple foto cual es la clase social, los intereses generales y el coeficiente intelectual de las posibles candidatas.
Es muy simple, mujeres que salen en todas la fotos con una botella de alcohol en la mano, descartadas, las que tienen como fondo un baño o una pared de bloques, retratadas encima de una moto, aquellas que se le ve más las tetas que cara, o que salen semi desnudas.
Las hay con poses fallidamente sexys, o las que tienen de perfil una foto tomada de otra foto de hace seis años, las inseguras que ponen un retrato de una actriz de Hollywood, o las que no sabes si son mujeres o hombres.
Están otras que meten su retrato encima de corazones o cascadas, las que tienen mil fotos con lentes, unas embarazadas, vestidas de militar, en sostén con muchos kilos de más, en pantaletas con muchos kilos de menos.
Después de esto, le escribí a mi amigo.
-¿Cómo te va con Badoo?
-Buenísimo Mawa ¿Y a ti?
-Mal.
-¿Y eso?
-¡Chamo! No es que me considere una belleza, pero en Venezuela, Badoo parece el museo del horror.



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