Ir al contenido principal

Gajes del oficio

-¿Entonces? ¿Me vas a hacer la entrevista?
Le dediqué al tipo unas de mis mejores miradas asesinas y en un acto teatral miré el reloj, eran las 10:35 de la noche.
-¡No!
-¿Por qué?
La pregunta estaba tan fuera de lugar, que lo miré otra vez para ver si encontraba en su rostro rastros de ironía.
Pero no, estaba tan serio que tuvo la valentía de repetir el por qué.
-Mi amor, te voy a explicar porque no te voy a hacer la entrevista. Van a ser las 11 de la noche, estamos en un bar bebiendo con unos amigos, no te conozco y no estoy en horario de trabajo.
-Mi vida es interesante...
-¿Ah si?
-Te tengo el título y todo...
-¿Por qué mejor no la escribes y me la pasas por correo?
-¡Eres bien insoportable para ser periodista!
Esto era el colmo pero no me sorprendí de la situación, porque esa era mi realidad desde hacía dos años.
Al segundo de confesar que mi oficio era la de periodista, las personas me sometían a sus medias confesiones, a sus extraordinarias historias y sus cuentos del pasado.
Al principio los escuchaba con atención y calma, fue después de un tiempo que busqué separar mi vida profesional de la privada.
-Mawa, es que tú tienes un no sé qué, una cosa que hace que uno te cuente las vainas.
-No es nada especial, escucho y presto atención y ya casi nadie hace eso.
En el proceso de no perder el tiempo, dejé de lado la sensibilidad, lo noté en una pauta en donde sólo contaba con 10 minutos para sacar información.
El artista se detuvo en mitad de la entrevista para preguntar.
-¿Mawarí es un nombre pemón verdad?
-Si...Ajá ¿y qué actividades van a realizar?
-¿Eres de descendencia pemón?
-Sí, por parte de mi papá...¿las actividades?
-Yo también soy pemón.
-¡Qué bien! ¿Me dices que van a hacer?
Fue tildada como la periodista más odiosa y directa de la fuente y algunos de mis habituales  entrevistados ponían mala cara cuando me veían cruzar la sala directamente hacia ellos.
Pero siempre querían abusar de mi confianza, me daban declaraciones de 40 minutos para terminar con una frase que me pone los nervios de punta.
-Pero no puedes poner eso en el periódico.
-¿Qué puedo escribir?
-Lo primero que te dije.
-No me sirve.
-Me meto en problemas licenciada.
-Entonces no me digas nada, no me hagas perder el tiempo.
-Sólo quería contarte algo.
-Todas las veces que te llamo para una información te dedico casi una hora y siempre me sales con lo mismo, si vas a contarme tus problemas, avísame primero.
Salía tan aturdida de hacer tres o cuatro entrevistas al día que agradecía los momentos con mis amigos, pero con ellos me mantenía callada.
-¿Qué te pasa?
-Estoy agotada mentalmente.
-¡Qué raro que no preguntas nada!
Estallé.
-¡Ese es el peo! Que estoy cansada de preguntar y preguntar ¿y a mi? ¿Quien me pregunta como estoy? ¡Quiero ser egoísta por primera vez en mi puta vida y hablar yo!
-¡Cálmate! Está bien, ¿cómo están tus cosas Mawa?
-Bien vale, con mucho trabajo ¿y la tuya?
No lo podía evitar, respondía y preguntaba.
Quizás por eso escribo este blog, para comentar lo que nadie pregunta.
¿O no?


Comentarios

Entradas populares de este blog

El momento de la despedida o hasta aquí llega esta echadera de cuentos

Yo pensé que esto iba a ser muy fácil. Acaricié muchas veces la idea de llegar a este momento porque estaba loca por cerrar este ciclo que comenzó hace mucho tiempo. Prometí despedirme en la entrada 200 pero los tiempos se fueron alargando y me tocó, como muchos otros, salir de mi país. Al llegar a Lima dejé de lado el blog porque no tenía la paciencia, las ganas y la fuerza de voluntad para seguir empujando las historias. Emigrar me sumió en una especie de depresión pasiva (si esto de verdad existe) y me quitó por mucho tiempo las ganas de escribir, pero esos cuentos son para otro momento. Comencé a escribir por acá, si no me equivoco, en el año 2013.   Lo abrí tiempo después de llegar a Puerto Ordaz luego de vivir 13 años en Maracay, donde me fui a estudiar comunicación social. Llegué a Puerto Ordaz con el corazón roto porque había dejado al amor de mi vida en esa ciudad, con la promesa de regresar juntas muy pronto. Nunca ocurrió. El blog nació como una forma de sacar toda ...

¿Periodistas serios? Te voy a echar un cuento

-¡Mídete Mawa! -¿Qué quieres decir con eso? -No puedes escribir cualquier cosa en tu blog. ¡Eres una figura pública! -¿Yo? ¿Una figura pública? ¡Me entero! -Eres periodista, tus notas salen todos los días. -¿Entonces? -¡Tienes que ser seria! Ahí está el problema. No me considero una periodista seria, de esas que andan con una imagen de impoluta hipocresía por el mundo, mirando por encima del hombro a los demás, porque según la tradición, los periodistas somos dueños de la verdad. Y como acreedores ese don divino, nosotros debemos ser ejemplo de éxitos, pero no de fracasos. Me da un poco de risa esos periodistas que llegan a una rueda de prensa cargados de palabras rebuscadas, más serios que una piedra y con una distancia que dan más ganas de huir que de hablar. La idea tampoco es que te sientes en las piernas del entrevistado como si fuera tu amigo de toda la vida, pero tampoco y mucho menos, que lo trates con unas pinzas de distante asco. Y la palabra ética da vueltas en la...

Una señal del destino (I)

Les juro que si canta una vez más empezaré a gritar. Puedo jurar, que si llega a acercarse un poco más para besarme como es su intención, o para tocarme como señalan sus ganas, voy a fingir un desmayo.  Les puedo jurar que yo jamás alenté, propicié, animé, avivé -ustedes busquen los sinónimos que quieran- pero jamás hice algo para estar en esta situación tan bochornosa, atrapada en el cubículo de un baño público sin poder moverme, mientras la hermana de una compañera de trabajo me tiene acorralada dedicándome una canción. - Yo no me doy por vencida ...te recuerdo que tu hermana y mi novia están afuera...y o quiero un mundo contigo ...y estamos tardando mucho... juro que vale la pena ...juro que voy a gritar si no me dejas salir de acá... esperar, esperar y esperar un suspiro ... (Suspiro) La cantante aficionada se llama Julia, pero yo le digo Selma porque es la copia exacta de la hermana de Marge Simpson.  A Selma no parece importarle que fuera de este baño fétido ...