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Las citas.

Sofía y yo terminamos nuestra relación de siete años odiándonos.
Hacíamos todo lo posible por sabotear una vida que ya no era común, -debo confesar- más yo que ella.
Nos metíamos en una discusión interminable sobre quien se quedaba con qué libro, que llegaba a rayar el absurdo.
-Este libro de Ernest Hemingway es mío.
-Mawa, ¡Me lo regalaste!
-¡Me importa un coño! Es mío.
No ayudaba que compartíamos el mismo trabajo, en una oficina de publicidad en Maracay.
Hablábamos lo básico ante los jefes, pero la situación cambiaba cuando estábamos solas.
Estallábamos en reclamos pasados que agudizaba una situación incómoda para las dos y nuestros compañeros.
Me mudé sola por primera vez en ocho años y deseaba comerme al mundo.
Para mí, era una consecuencia lógica de no tener experiencia con ninguna otra mujer. Sofía había sido mi primera vez en todo.
Llamé a un amigo.
-Quiero que me presentes a todas las amigas buenas que tengas.
-No tengo muchas.
-Bueno...me da lo mismo que sean feas. 
Flexibilicé mis peticiones
No quería enamorarme, mucho menos tener una relación estable.
Empecé a hurgar por internet en esos chat de citas, para conocer mujeres con intereses comunes.
En poco tiempo me di cuenta que no eran muchos, siempre se llegaba a lo mismo, las mismas preguntas monótonas y aburridas, "¿Qué tienes puesto? ¿Eres bi o les?"
-¿Eres activa o pasiva?
-Disculpa, no entiendo la pregunta.
-¿Eres el hombre o la mujer en la relación?
-Soy mujer. Al menos eso es lo que comprobé la última vez que fui al baño.
Me hice experta en disparar ironías.
-Quiero conocerte.
Cita 1.
Camila llegó tarde a la cita, pero supe que era ella cuando me saludó desde lejos.
¿Dónde estaba la salida de emergencia?
Camila se había descrito como una chica "deportiva", nunca intercambiamos fotos.
Error.
Delante de mi, estaba una chama morena, vestida con botas de hombre, camisa ancha, pantalones holgados y una gorra.
-¡Mami, hermosa, mi cielo! ¡Tienes esos cocos más ricos de lo que imaginaba! ¿Te brindo algo?
Cita 2.
Antonieta: se describió como una apasionada de los libros, culta, refinada (así sonaba por teléfono).
Me citó en una arepera.
-¡Ay que bello que seas periodista! Yo no sé porque ustedes leen tanto, eso es un fastidio ¿no crees?...Negro, mi arepa me la das con morcilla, ¿no tienes? Bueno negro ponle chicharrón como si fuera pa ti...Por cierto Mawa...¿no te dije que tengo dos hijos?
Cita 3.
-Me encanta tu nombre...Mawarí. Es como no sé...¿hindú?
-Indígena, pemón.
-¡Qué interesante!
-Eres mucho más linda en persona Mariana.
-Gracias, tienes que conocer a mi novio...¿te interesa un trío con nosotros dos?
Cita 4.
-Karen déjame salir del baño.
-Me gustas Mawa.
-¡Nos conocemos hace dos horas!
-Bésame
-¡No!
-¿No te gusto?
Pausa
-No eres tú, soy yo.
Me dejó sola, delante de un espejo.
-¡En que peos me meto!
Llamé a Sofía.
-Te regreso el libro de Hemingway...pero vuelve conmigo.
Me trancó el teléfono.
Lógicamente.

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