-¿Me sacas a pasear? Tengo rato que no sé nada de ti.
Este capítulo debería llamarse, "La tentación llega en un mensaje de texto". Iba a responder, no puedo, estoy muy ocupada en el trabajo, cualquier cosa, salirme de ese compromiso era tremendamente fácil.
Pero la curiosidad me detuvo.
Era verdad, teníamos mucho tiempo sin vernos desde aquella vez que terminó nuestra relación y ahora, yo estaba en otra.
Me pregunté para solventar el problema, ¿le importará a mi pareja si salgo con una ex?
Imaginé la escena si se enterara, gritos, teléfono en el piso, ironías, el "si tú lo haces yo también lo hago".
Así que fue no fue difícil tomar la decisión, iba a salir con mi ex pero sin decir nada, pero no iría sola, pediría a dos amigos que me acompañaran porque no confiaba en ella, ni en mí.
La buscamos frente a su casa y cuando salió di gracias por estar al lado de otras personas. Estaba hermosa, perfecta y con el perfume que tanto me gustaba.
Llegamos hasta un sitio donde se jugaba pool y tomamos la decisión de enfrentarnos en equipos diferentes.
La rivalidad en el juego propiciaba conversaciones pícaras.
-¿Cómo te estás portando?
-¡Bien! Como siempre.
-¡Claro!
-De verdad.
-Eso tengo que verlo.
Y se acercó lo suficiente como para que su cuello quedara a centímetros de mi boca.
Tragué grueso.
Con la distracción mi compañero y yo perdimos la primera partida, pero ella no iba a perder la oportunidad.
-¿Te puedo hacer una pregunta?
-Por supuesto.
-¿Es tan buena como yo?
-¿En el pool?
-Jajaja. En la cama...
-Eso no se pregunta.
-Quiero saber.
Su boca respirando cerca de mi oído, su respiración recorriendo el cuerpo.
-No voy a responder eso...Deberíamos irnos.
-¿Por qué Mawa? ¿No quieres jugar conmigo otra vez?
La miré fijamente para retroceder el tiempo unos meses. Recordé todos los momentos junto a ella tan intimos, tan vacios.
No, ya había jugado esa partida y la perdí.
Este capítulo debería llamarse, "La tentación llega en un mensaje de texto". Iba a responder, no puedo, estoy muy ocupada en el trabajo, cualquier cosa, salirme de ese compromiso era tremendamente fácil.
Pero la curiosidad me detuvo.
Era verdad, teníamos mucho tiempo sin vernos desde aquella vez que terminó nuestra relación y ahora, yo estaba en otra.
Me pregunté para solventar el problema, ¿le importará a mi pareja si salgo con una ex?
Imaginé la escena si se enterara, gritos, teléfono en el piso, ironías, el "si tú lo haces yo también lo hago".
Así que fue no fue difícil tomar la decisión, iba a salir con mi ex pero sin decir nada, pero no iría sola, pediría a dos amigos que me acompañaran porque no confiaba en ella, ni en mí.
La buscamos frente a su casa y cuando salió di gracias por estar al lado de otras personas. Estaba hermosa, perfecta y con el perfume que tanto me gustaba.
Llegamos hasta un sitio donde se jugaba pool y tomamos la decisión de enfrentarnos en equipos diferentes.
La rivalidad en el juego propiciaba conversaciones pícaras.
-¿Cómo te estás portando?
-¡Bien! Como siempre.
-¡Claro!
-De verdad.
-Eso tengo que verlo.
Y se acercó lo suficiente como para que su cuello quedara a centímetros de mi boca.
Tragué grueso.
Con la distracción mi compañero y yo perdimos la primera partida, pero ella no iba a perder la oportunidad.
-¿Te puedo hacer una pregunta?
-Por supuesto.
-¿Es tan buena como yo?
-¿En el pool?
-Jajaja. En la cama...
-Eso no se pregunta.
-Quiero saber.
Su boca respirando cerca de mi oído, su respiración recorriendo el cuerpo.
-No voy a responder eso...Deberíamos irnos.
-¿Por qué Mawa? ¿No quieres jugar conmigo otra vez?
La miré fijamente para retroceder el tiempo unos meses. Recordé todos los momentos junto a ella tan intimos, tan vacios.
No, ya había jugado esa partida y la perdí.
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