Ir al contenido principal

Club de testosteronas

No puedo mirarla a la cara, es imposible.
-Son nuevas.
Me dice un amigo al oído.
-Lo noto.
-¿Cómo cuanto calculas que son?
-Unos 500 cc.
-¿Te das cuenta que no tiene sostén?
-Ujum...También lo noté. ¿Cómo eran antes?
-Aquello daba lástima Mawa.
-¡Qué maravilla la cirugía plástica!
-¿Ya te pidió que se las tocaras?
-¡Apenas la conozco!
-No importa Mawa, esa está tan entusiasmada que quiere que todo el mundo las toque. Yo lo hice.
Le regalo una mirada de sorpresa.
-¿Y?
-Duras.
-Nunca he tocado unas tetas de silicona.
-Tranquila que ella te lo va a pedir.
-¡Estás loco! Es la primera vez que la veo.
La chica estaba celebrando con amigos y yo -la única desconocida para ella- su recién firmado divorcio.
Tenía esa mezcla de fingida alegría con despecho de una mujer que se montó las tetas falsas para atrapar a un marido, se cortó y pintó el cabello para llamar su atención, dejó de salir porque el tipo era un celópata.
Hizo lo que pudo y más, ¿para qué? Para que su esposo la dejara por su secretaria.
-Y la secretaria es un bagre Mawa.
-No entiendo a los hombres.
-Estoy aquí para ver si tengo un chance. ¿Sabes? Recién divorciada, debe estar necesitada.
Le regalo a mi amigo una mirada de asco. Le dedico una frase cliché.
-Todos los hombres son iguales.
Dos horas después la chica exhibe pantalones diminutos y camisa que deja poco a la imaginación. Siento, creo y presiento que está animada porque promete un stripper.
Caigo en cuenta que quedan cuatro hombres que aplauden la idea y yo, la desconocida que no sabe si aplaudir o sorprenderse con la idea.
Empieza una música lenta y trato de no mirar.
Ya es suficiente con el ambiente de testosterona de esos hombres que luchan por llevarse a la cama a una divorciada.
El espectáculo me da un poco de pena y me paro para ir al baño.
Miro mi imagen en el espejo, arregló mi cabello y la puerta se abre. Es ella.
-Viene la mejor parte ¿no vienes?
-Sí, si. Ya salgo.
Ella cierra la puerta y se queda en el baño.
-¿Tienes los senos operados?
-No.
-Yo sí. Me los hice hace poco.
-¡Qué bien!
-¿Las quieres tocar?
-No, no es necesario.
-No seas tímida chica.
Y de un solo jalón baja la escasa camisa.
-Dame tu mano para que sientas que parecen naturales.
Unos minutos después la música cambia a otra balada sexual y estoy en la cocina preparando un trago.
Mi amigo está decepcionado.
-Creo que la tipa no quiere nada con nadie.
-¡Qué lástima!
-Después de ese stripper pensé que se iba a entusiasmar.
-Eso pasa...
-Mawa, nos vamos. No tengo nada que hacer aquí.
-Te iba a decir que me quedo un rato más.
-¿Y eso?
-Está animado el ambiente.
-Todos se fueron Mawa.
Mi amigo me mira por unos segundos, abre la boca para decir algo y luego me regresa una mirada de odio.
-Pero...¿có..? ¿Cómo?
-¡Ah! Y se sienten naturales.


Comentarios

  1. ¡ Jajajajajaja ! ya descubrí por que leo tus artículos ¡ Eres Irreverente !
    Buena Anecdota Saludos :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La despedida (y II)

-No. Está saliendo conmigo. Un golpe directo al estómago. Eres un amigo horroroso, horrible. ¿Cómo coño se te ocurre salir con mi ex? ¡Tú eres uno de mis mejores amigos! Sabes la importancia de esa mujer en mi vida. Conociste de primera mano todo el tiempo y el esfuerzo que me tocó conquistarla. ¡Lloré en tu hombro cuando terminamos! Te dije que me había enamorado de ella, que me dejó el corazón roto, que gracias a ella volvió mi arrechera a las bisexuales. ¡Me diste ánimo! Me dijiste que ella no valía la pena, que era una loca, una indefinida. ¡Hipócrita! La querías para ti todo este tiempo. Yo siempre supe que ella te gustaba, siempre, pero jamás pensé en esta traición, de ti no, todos menos tú. Seguramente me vas a decir que ya lo nuestro terminó, pero David, el código dice que nunca vas a salir con el ex de un amigo. ¡Claro! No se te ocurrió mejor momento de darme la noticia cuando me voy del país. ¡Cobarde! ¡Yo jamás te quité una novia! ¡Ah, no perdón! Es que nunca te conocí una...

Una señal del destino (I)

Les juro que si canta una vez más empezaré a gritar. Puedo jurar, que si llega a acercarse un poco más para besarme como es su intención, o para tocarme como señalan sus ganas, voy a fingir un desmayo.  Les puedo jurar que yo jamás alenté, propicié, animé, avivé -ustedes busquen los sinónimos que quieran- pero jamás hice algo para estar en esta situación tan bochornosa, atrapada en el cubículo de un baño público sin poder moverme, mientras la hermana de una compañera de trabajo me tiene acorralada dedicándome una canción. - Yo no me doy por vencida ...te recuerdo que tu hermana y mi novia están afuera...y o quiero un mundo contigo ...y estamos tardando mucho... juro que vale la pena ...juro que voy a gritar si no me dejas salir de acá... esperar, esperar y esperar un suspiro ... (Suspiro) La cantante aficionada se llama Julia, pero yo le digo Selma porque es la copia exacta de la hermana de Marge Simpson.  A Selma no parece importarle que fuera de este baño fétido ...

El momento de la despedida o hasta aquí llega esta echadera de cuentos

Yo pensé que esto iba a ser muy fácil. Acaricié muchas veces la idea de llegar a este momento porque estaba loca por cerrar este ciclo que comenzó hace mucho tiempo. Prometí despedirme en la entrada 200 pero los tiempos se fueron alargando y me tocó, como muchos otros, salir de mi país. Al llegar a Lima dejé de lado el blog porque no tenía la paciencia, las ganas y la fuerza de voluntad para seguir empujando las historias. Emigrar me sumió en una especie de depresión pasiva (si esto de verdad existe) y me quitó por mucho tiempo las ganas de escribir, pero esos cuentos son para otro momento. Comencé a escribir por acá, si no me equivoco, en el año 2013.   Lo abrí tiempo después de llegar a Puerto Ordaz luego de vivir 13 años en Maracay, donde me fui a estudiar comunicación social. Llegué a Puerto Ordaz con el corazón roto porque había dejado al amor de mi vida en esa ciudad, con la promesa de regresar juntas muy pronto. Nunca ocurrió. El blog nació como una forma de sacar toda ...