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El accidente (y II)

Tengo el pantalón, la blusa y las manos llena de grasa, mientras mis dos amigas están sentadas al borde de la acera comiendo unas papas.
Uso una llave en cruz para sacar los tornillos del caucho, como no tengo fuerzas en las manos trato de sacarlos saltando sobre la llave, mientras pienso en mi triste realidad.
-¿Por-qué nun-ca a-pren-dí a cam-biar un c-a-u-c-h-o? ¿POR QUE?
-Mawa, llama a Gabriel otra vez.
-Olvídate de Gabriel.
-¡Ay chama no van a violar!
-Parece que quieres que nos violen.
-¿Tú sabes lo peligroso que está el país? ¡Son las tres de la mañana!
-Coño, pero dejen de nombrar que nos van a violar. Piensen en positivo.
Silencio, sigo golpeando la llave hasta darme cuenta de algo.
-¡Ahora si estamos jodidas!
-¿Qué pasó?
-Estoy ajustando los tornillos en vez de sacarlos.
-¡Ay no, no, no! Necesitamos un hombre.
Mi otra amiga dejó de comer y saltó con furia.
-Voy a buscar a alguien que nos auxilie.
-¿Estás loca? Tienes una minifalda, así si te van a violar.
-No importa, tenemos que actuar.
Y se fue caminando con un tumbao sensual hasta que se la tragó la oscuridad.
-Tengo un mal presentimiento Mawa.
-No me digas...
-En las películas de terror todo lo malo empieza cuando los personajes se separan.
Iba a responder algo odioso cuando veo que un carro plateado se acerca lentamente hasta donde estamos, un Audi para ser más exactos.
-¡Mawa nos vienen a robar!
-¿En un Audi?
Mi amiga salió de la puerta del copiloto muerta de la risa.
-...Y tu sabes como somos nosotras las mujeres de inútiles. Si te cuento que estábamos ajustando los tornillos en vez de aflojar jajajaja.
-¡Tranquila chicas! Aquí estoy yo.
Voz de Superman, de Batman o de algún superhéroe de Marvel.
Empezó con habilidad a cambiar el caucho, hasta que vemos a lo lejos una moto, la moto de Gabriel.
Se bajó con entusiasmo.
-¡Holaaaaaa! ¿Cuál es el beta?
-Nos accidentamos.
-Pensé que había una rumbita.
-No Gabo.
Y mi amigo empieza a darles golpes al capó del carro sin razón aparente, porque no tenía nada más que hacer.
-¿Te puedes calmar?
-¿De aquí nos vamos a mi casa?
-¡No!
-Nada chicas. Let it be, Let it be.
Se monta en la moto, sube el puño al aire tipo Freddie Mercury y nos deja otra vez solas.
El superhéroe cambia el caucho en diez minutos. Lo despedimos con risas pícaras y nos montamos en el carro.
Logro decir.
-Al final no nos fue tan mal.
-¿Sabes que pensé Mawa?
-¿Qué?
-Que ese tipo que llegó en el Audi nos iba a violar.
-Tienes serios problemas ¿lo sabes?


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