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Simón Díaz con alusinógenos

Debajo de mis pies
cristales molidos.
Mis cortos pasos
agrietan 
los rectángulos de vidrios
que apuran para tragarme
a un vacío inexplicable.
A mi alrededor
una sincronía de puertas 
que bailan
burlándose de mi destino.
Sé a dónde voy
pero no encuentro la salida.
Todo da vueltas
y vueltas y vueltas.
Suena el ¡crac! líquido del
único sostén entre el piso
y mi peso.
Me arrodillo ante lo inevitable.
Voy a morir,
caeré como un juguete roto.
Río para que los demás escuchen
a lo lejos
el eco de mis sombras.
Seré de una vez por todas 
mi pasado y mi presente.
Me liberaré de mi tortura,
este es el final que he buscado
siempre.
Caigo, caigo profundo en la letanía
de un vacío.
Por fin volaré.
-¿Qué coño te pasa Mawa?
Mónica me observa con una carcajada clavada en la garganta.
Es una gigante, una mujer con cuatro grandes extensiones simulando unos brazos gelatinosos.
-Busco el baño...
-¿Y qué coño haces arrodillada en el piso?
-¡No te muevas que se va caer!
No me escucha.
Da pasos de gigante que retumban
en toda la casa.
Amplifica mi miedo.
No sé si pueda ir con ella
hasta los confines de mi infierno.
Quizás me pueda aferrar a su
cuerpo gelatinoso,
sus tentáculos podrían 
ser el salvavidas para aferrarme 
a una nueva realidad.
-¿QUÉ COÑO HABLAS MAWA?
-¡No des un paso más Mónica! ¡Vamos a caer en el submundo del olvido!
-¡MIERDA! ¡HAS FUMADO DEMASIADO! JAJAJAJA. Chama, yo fumé lo mismo pero tú JAJAJAJA...estás volando. ¡QUÉ ARRECHO!
Ella es un pulpo,
su abrazo genera una succión
opresiva.
Ya lo sé.
Mónica es mi enemiga,
quiere enterrarme en la habitación
solitaria de mi vida.
Me dirige sin compasión
al lecho vomitivo de mi destino.
Es un espectro del mal.
Quiero desplegar mis alas
y volar lejos de ella
-¡VOMITA!
-¡No quiero vomitar Mónica!
-¡Estás demasiado drogada Mawa!
Mis pensamientos escapan por mi boca.
Soy consciente de mi lengua viscosa
de líquidos fluorescentes.
Mis dientes rechinan temor.
Mis papilas gustativas saborean 
las desdichas,
son amargas sin ella
dulces sin ella.
Expulso mis pecados,
quiero ser pecadora.
Soy pecadora,
a nadie le importará 
si en este momento desaparezco 
de este mundo.
Cierro los ojos,
todo es blanco para mí
en este mundo tan oscuro.
Vuelo
al fin.
Media hora después salgo del baño.
-¿Pueden colocar Simón Díaz?
-Mawa, no tengo Simón Díaz.
-Yo sí, en mi Iphone....¿Dónde está?
-No sé, fumaste demasiado. Quizás en tus delirios se te cayó en el vuelo jajajajaj.
-¡Aquí está!
El apartamento se llena con la Tonada de luna llena.
Canto.
-La luna me está mirando yo no sé lo qué me ve, yo tengo la ropa limpia ayer tarde la lavé...la luna me está mirando yo no sé lo qué me ve...yo tengo la ropa limpia...¿Saben que lo significa eso?
-¡No!
-Tener la ropa limpia es entrar puro a una nueva relación, dejar el pasado atrás.
-Ujummm...
-Simón Díaz me está diciendo, a mí, que deje atrás mi pasado con Alejandra y me abra a otras relaciones.
-Yo creo que habla de una mujer embarazada, por lo de luna menguante...
-No, no...quiere decir que uno debe dejar atrás a su ex antes de entrar a una relación. ¿Qué arrecho Simón Díaz verdad? Con su canción me envió ese mensaje...
Repito la canción.
La luna sale limpia,
pero está llena
como los días contigo,
como los días sin ti.
El vacío se estrecha 
con el recuerdo.
Ya no hay cristales molidos
solo esta sensación gelatinosa 
de los recuerdos.
Ahora soy yo la gigante,
tengo el poder del olvido.
Vuelo alto.
Al despegar logro escuchar
una voz hueca tratando de 
sostenerme.
-No le pasen el joint a Mawa











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