Ir al contenido principal

Celópatas anónimas

-Yo ya me curé, ya no hago eso. Yo antes a mi novio le revisaba todos los días el teléfono, ahora no.
Dice una amiga fumando un cigarro tras otro, como una de esas personas que salen limpios después de cumplir todos los pasos de Alcohólicos Anónimos.
No sé si es una mala costumbre, pero cuando conozco a alguien, una de las primeras cosas que le pregunto es si es celosa.
-Un poquito.
-Lo normal.
Después me entero que lo "normal" es un interrogatorio que dejaría pálido al FBI.
-¿Y por qué estás conectada al whatsapp y no me escribes?
-¿Con quién hablas?
-¿Quién es esa que te escribió?
-¿A qué hora vas a llegar a tu casa?
-¿Por qué llegaste a esa hora si me dijiste otra?
-Te llamé y no me atendiste al segundo repique ¿qué hacías?
-¿Por qué el teléfono está en vibración?
-¿Y por qué ella te saluda con un beso?
No es que tengan algo concreto en la mano, es que tiran a pegar algo que consideran verdad o al menos dejar una advertencia.
-¡Qué yo no me entere que le hagas caso a alguna de esas perras!
Yo opté por no perder el tiempo y poner claves inútiles a mi celular, pruebas estadísticas me señalan, que nosotras las mujeres tenemos el arte de pretender mirar a un lado, pero captar con un simple vistazo el movimiento de los dedos.
Las mujeres somos tan poderosas que podemos predecir el futuro y me incluyo en esta estadistas porque yo soy una celópata anónima.
Como creo que peor es una duda que una verdad, llego hasta las últimas consecuencias, hasta el último mensaje de texto arrinconado en la papelera para saber si mienten o no.
Tenía una amiga que utilizaba condones con el novio de muchos años, solo para quitárselos, entrar al baño y hacer un conteo de semen.
Su historia me daba un poco de asco.
-Si tenía poco es que está con otra.
-¡Eres una loca!
-Uno tiene que cuidar lo suyo.
Esa misma amiga llamaba a su novio a horas imprevistas y si él respondía que estaba manejando, a ella no le temblaba el pulso para pedir lo insólito.
-¡Toca el pito! ¡Pon la radio en mi emisora favorita!
Un día le destrozó todos los vidrios del carro porque tenía el teléfono apagado.
A mi me dan tantos escalofríos los interrogatorios y ante las preguntas incisivas muero de risa.
-¿Y por qué te ríes?
-Pues, porque me da risa.
-Me estás mintiendo.
-¡Ah bueno! ¿Por qué?
-Te conozco, cuando mientes haces un sonido con la boca.
Una táctica que no falla.
Lo más radical que me hicieron una vez es llegar hasta mi casa, revisar que nadie estaba debajo de la cama, oler mi ropa y cuando estuvo satisfecha, regalarme una sonrisa.
-¡No es que desconfiaba de ti!
Lo más extremo que me han impulsado los celos es clonar una cuenta de correo electrónico, hackear un celular y perseguir por las redes sociales a las ex.
Normal.
El primer paso es admitirlo ¿no?


Comentarios

Entradas populares de este blog

La despedida (y II)

-No. Está saliendo conmigo. Un golpe directo al estómago. Eres un amigo horroroso, horrible. ¿Cómo coño se te ocurre salir con mi ex? ¡Tú eres uno de mis mejores amigos! Sabes la importancia de esa mujer en mi vida. Conociste de primera mano todo el tiempo y el esfuerzo que me tocó conquistarla. ¡Lloré en tu hombro cuando terminamos! Te dije que me había enamorado de ella, que me dejó el corazón roto, que gracias a ella volvió mi arrechera a las bisexuales. ¡Me diste ánimo! Me dijiste que ella no valía la pena, que era una loca, una indefinida. ¡Hipócrita! La querías para ti todo este tiempo. Yo siempre supe que ella te gustaba, siempre, pero jamás pensé en esta traición, de ti no, todos menos tú. Seguramente me vas a decir que ya lo nuestro terminó, pero David, el código dice que nunca vas a salir con el ex de un amigo. ¡Claro! No se te ocurrió mejor momento de darme la noticia cuando me voy del país. ¡Cobarde! ¡Yo jamás te quité una novia! ¡Ah, no perdón! Es que nunca te conocí una...

Una señal del destino (I)

Les juro que si canta una vez más empezaré a gritar. Puedo jurar, que si llega a acercarse un poco más para besarme como es su intención, o para tocarme como señalan sus ganas, voy a fingir un desmayo.  Les puedo jurar que yo jamás alenté, propicié, animé, avivé -ustedes busquen los sinónimos que quieran- pero jamás hice algo para estar en esta situación tan bochornosa, atrapada en el cubículo de un baño público sin poder moverme, mientras la hermana de una compañera de trabajo me tiene acorralada dedicándome una canción. - Yo no me doy por vencida ...te recuerdo que tu hermana y mi novia están afuera...y o quiero un mundo contigo ...y estamos tardando mucho... juro que vale la pena ...juro que voy a gritar si no me dejas salir de acá... esperar, esperar y esperar un suspiro ... (Suspiro) La cantante aficionada se llama Julia, pero yo le digo Selma porque es la copia exacta de la hermana de Marge Simpson.  A Selma no parece importarle que fuera de este baño fétido ...

El momento de la despedida o hasta aquí llega esta echadera de cuentos

Yo pensé que esto iba a ser muy fácil. Acaricié muchas veces la idea de llegar a este momento porque estaba loca por cerrar este ciclo que comenzó hace mucho tiempo. Prometí despedirme en la entrada 200 pero los tiempos se fueron alargando y me tocó, como muchos otros, salir de mi país. Al llegar a Lima dejé de lado el blog porque no tenía la paciencia, las ganas y la fuerza de voluntad para seguir empujando las historias. Emigrar me sumió en una especie de depresión pasiva (si esto de verdad existe) y me quitó por mucho tiempo las ganas de escribir, pero esos cuentos son para otro momento. Comencé a escribir por acá, si no me equivoco, en el año 2013.   Lo abrí tiempo después de llegar a Puerto Ordaz luego de vivir 13 años en Maracay, donde me fui a estudiar comunicación social. Llegué a Puerto Ordaz con el corazón roto porque había dejado al amor de mi vida en esa ciudad, con la promesa de regresar juntas muy pronto. Nunca ocurrió. El blog nació como una forma de sacar toda ...