Ir al contenido principal

Ella (uno)

-Mawa te presento a Alejandra...Alejandra una amiga.
Cabello negrísimo y liso, ojos negros, piel canela, escote que asomaban pecas acompañadas de una sonrisa tímida.
Nos dimos la mano y nos ignoramos toda la noche. A su lado estaba la novia como un guardaespalda, no se separaba de ella ni un segundo.
Le pregunté a un amigo de confianza.
-¿Cómo una tipa así se levanta a esa mujer tan bella?
-Jajajaa, ¡Qué mala eres!
Nos reuníamos en casa de una pareja de amigos en común. Yo llegaba después del gimnasio toda sudada y siempre la encontraba con la novia en el sofá, hablando muy bajo.
Me gustaba, pero era incapaz de hacer lo mínimo para meterme en esa relación. Ni en ninguna otra.
Pero en las fiestas era inevitable que nuestras miradas no tropezaran, intercambiábamos un par de frases que se atropellaban por la timidez.
Jamás he podido entender cuando alguien está coqueteando o simplemente es muy amable. Esto se lo plantee a una amiga.
-...entonces no sé Claudia pasa eso, pero la verdad no sé que pensar.
-¿Y la novia?
-No se le despega para nada, la entiendo, yo haría lo mismo.
-Aléjate.
No me dio tiempo de seguir su consejo, así como Alejandra había llegado a mi vida, desapareció.
Había terminado con su novia y esto la separaba del grupo.
Pensé que era el final que jamás la vería otra vez, pero una noticia me dejó en peor estado.
-Vimos a Alejandra en una cafetería.
-¡Ah que bien! ¿Cómo está?
Disimulé mi interés.
-¡Adivina Mawa! Ya no le gustan las mujeres, estaba con su novio.
Disimulé mi decepción.





Comentarios

Entradas populares de este blog

El momento de la despedida o hasta aquí llega esta echadera de cuentos

Yo pensé que esto iba a ser muy fácil. Acaricié muchas veces la idea de llegar a este momento porque estaba loca por cerrar este ciclo que comenzó hace mucho tiempo. Prometí despedirme en la entrada 200 pero los tiempos se fueron alargando y me tocó, como muchos otros, salir de mi país. Al llegar a Lima dejé de lado el blog porque no tenía la paciencia, las ganas y la fuerza de voluntad para seguir empujando las historias. Emigrar me sumió en una especie de depresión pasiva (si esto de verdad existe) y me quitó por mucho tiempo las ganas de escribir, pero esos cuentos son para otro momento. Comencé a escribir por acá, si no me equivoco, en el año 2013.   Lo abrí tiempo después de llegar a Puerto Ordaz luego de vivir 13 años en Maracay, donde me fui a estudiar comunicación social. Llegué a Puerto Ordaz con el corazón roto porque había dejado al amor de mi vida en esa ciudad, con la promesa de regresar juntas muy pronto. Nunca ocurrió. El blog nació como una forma de sacar toda ...

¿Periodistas serios? Te voy a echar un cuento

-¡Mídete Mawa! -¿Qué quieres decir con eso? -No puedes escribir cualquier cosa en tu blog. ¡Eres una figura pública! -¿Yo? ¿Una figura pública? ¡Me entero! -Eres periodista, tus notas salen todos los días. -¿Entonces? -¡Tienes que ser seria! Ahí está el problema. No me considero una periodista seria, de esas que andan con una imagen de impoluta hipocresía por el mundo, mirando por encima del hombro a los demás, porque según la tradición, los periodistas somos dueños de la verdad. Y como acreedores ese don divino, nosotros debemos ser ejemplo de éxitos, pero no de fracasos. Me da un poco de risa esos periodistas que llegan a una rueda de prensa cargados de palabras rebuscadas, más serios que una piedra y con una distancia que dan más ganas de huir que de hablar. La idea tampoco es que te sientes en las piernas del entrevistado como si fuera tu amigo de toda la vida, pero tampoco y mucho menos, que lo trates con unas pinzas de distante asco. Y la palabra ética da vueltas en la...

Una señal del destino (I)

Les juro que si canta una vez más empezaré a gritar. Puedo jurar, que si llega a acercarse un poco más para besarme como es su intención, o para tocarme como señalan sus ganas, voy a fingir un desmayo.  Les puedo jurar que yo jamás alenté, propicié, animé, avivé -ustedes busquen los sinónimos que quieran- pero jamás hice algo para estar en esta situación tan bochornosa, atrapada en el cubículo de un baño público sin poder moverme, mientras la hermana de una compañera de trabajo me tiene acorralada dedicándome una canción. - Yo no me doy por vencida ...te recuerdo que tu hermana y mi novia están afuera...y o quiero un mundo contigo ...y estamos tardando mucho... juro que vale la pena ...juro que voy a gritar si no me dejas salir de acá... esperar, esperar y esperar un suspiro ... (Suspiro) La cantante aficionada se llama Julia, pero yo le digo Selma porque es la copia exacta de la hermana de Marge Simpson.  A Selma no parece importarle que fuera de este baño fétido ...