Ir al contenido principal

Juegos de papá y mamá

-Quisiera tomarme una pastilla...
-¿Te sientes mal Mawa? ¿Qué tienes?
-¡No! Una pastilla para dejar de ser tan lesbiana, o dejar de serlo completamente.
-¡Ya vienes tú con el mismo cuento! ¡Asume tu peo!
-Mi amor, yo asumí mi peo desde sexto grado cuando todo el salón se enteró que le había escrito a la reina de la escuela que la amaba.
-¡Qué bochorno! Disculpa que me ría, ¿y qué pasó?
-La maestra trató de enderezar el entuerto lésbico, les dijo a todos que era un te amo de amigas...pero ¡No! Eso era un te amo, te amo tipo quiero jugar papá y mamá contigo.
-Y tú serías el papá por supuesto...
-Ja ja ¡Gracioso el niño!
-¿Jugaste papá y mamá con niñas?
-¡Si eres chismoso!
-Curiosidad morbosa darling
-¡Peor!
-¿Jugaste o no jugaste?
-Por supuesto que jugué...
-¿Y eras el papá verdad?
-...
-¡Tu cara lo dijo todo!
-Cero chalequeo ¿Cómo sabías que era el papá?
-Por tu cara de activa no es mi amor porque tienes una pinta de pasiva...
-No era eso. Yo era la niña que desde siempre lo supo y se supone que los hombres son los que toman las decisiones, los que mandan y todo este rollo machista implícito. Estas niñas así como yo, eramos unas inexpertas pero yo era la que más quería, así que tenía que llevar las riendas.
-¿Y entonces?
-...Entonces en este juego de roles, yo llegaba de trabajar, la mamá siempre estaba en casa atendiendo el hogar, preparando la comida, ¿te das cuenta que desde pequeñas nos meten eso en la cabeza? Por eso yo tuve mi época de feminazi en la universidad. Me rebelé contra una sociedad patriarcal, falócrata, leía sin descanso a Simone de Beauvoir, me comí todos los libros de Anais Nin que para el mundo era una gran puta y para mí era, ¡No! sigue siendo la mujer más arrecha de este planeta que se acostaba con hombres y mujeres sin remordimientos, y te hablo que eran los años 50, 60. Me metí en un grupo de teatro que se llamaba o se llama 8 de Marzo,cuando se celebra el Día Internacional de la Mujer y me empezó a llamar la atención las mujeres que no se depilaban las piernas...
-Darling párate ahí que me estoy durmiendo...No entiendo nada de la Bovier esa, ni el feminismo y mucho menos quiero detalles de tu época con mujeres peludas...No te me desvíes del tema cariño. ¿Qué le hacías a estas criaturas?
-¡No lo digas así que yo no soy ninguna pedófila! Tanto ellas como yo debíamos estar por los...¿ocho años? Más o menos esa edad.
-¡OCHO AÑOS! ¡Madonna y Lady Gaga Purísima! Y dicen que los niños de ahora son terribles...
-Eran cosas inocentes...
-Define inocente cariño...¿Se tocaban por encima del pañal? ¿Compartían el chupón?
-¡Gafo! Inocente son unos besos torpes chocando dientes y una agarradita por encima de la ropa.
-¿Y cuántas veces pasó?
-Con una en especial, varias veces.
-Es que en ese pueblo donde vivías cariño me imagino que no sabían lo que era un televisor o Disney Channel.
-A veces me pregunto por qué eres mi amigo.
-Porque te hago reír lencha
-¡No! Debe ser otra cosa...
-Y con esta amiga que jugabas ¿qué pasó con ella?
-Se casó y creo que tiene como tres hijos...
-¿Ninguno es tuyo? Jajajajaj
-¿Cómo llegamos a este tema?
-A ver, te dije que eras pasiva...No, no era eso. ¡Ah ya! La pastillita que te quieres tomar, esa que no existe...
-Exacto. Mira a tu izquierda disimuladamente.
-Ajá...
-Pero puedes voltear como un hombre y quedaría mejor...
-Ummm, ¡Vengativa! Ajá, ya estoy viendo...
-Me gusta ella...
-¿La niña que está con la pareja?
-¡No juegues con eso! Te dije algo muy serio.
-Disculpa, es que no podía dejar pasar la oportunidad. Ajá, te gusta la chica de rulos.
-Me vuelve loca.
-¿Qué tiene que ver la pastilla con ella?
-Que es hetero, que no puede ser que tenga esta pared difícil de escalar. No puedo competir con un hombre.
-¿La conoces?
-Sí, es periodista.
-¡Ay no cariño! Cancela esa rotativa, quítate el periódico de la cabeza. ¡Mawa! No puede ser que tengas debilidad por las periodistas. Mi amor, ves una periodista y te excitas como si fuera un tubazo. ¡Una gente que siempre anda pelando bolas! ¿Con cuántas periodistas has salido en tu vida?
-Perdí la cuenta...
-¿Y qué has sacado de eso? ¡Nada! Porque las periodistas son unas locas, así como tú. Una gente que solo está pendiente de una nota de prensa, de un entrevistado. No, no.
-Desde siempre la he admirado.
-Mi vida realmente contigo la gente sale barata, ni flores, ni chocolate te gustan, con tal de que conecten bien un sujeto, un verbo y un predicado ¡Te vuelves loca!
-¡Chico! Ya sé por qué eres mi amigo. ¡No me había fijado en eso! ¡Fácilmente me lees!
-Eres tan fácil de leer como un libro de Paulo Coelho.
-¡Ah! ¿Pero a Coelho si lo conoces?
-¡Como todo el mundo Mawa! Tú eres la única que lee a Boveer esa.
-¡Viene para acá!
-¡Disimula!
-¡Mawa! ¿Cómo estás? Tanto tiempo sin verte...
-¡Sí verdad! ¿Qué es de tu vida?
-Estoy escribiendo para una revista de investigación.
-Te he leído. Me parece maravilloso lo que escribes.
-¡Gracias! Me da hasta pena que me digas eso. Yo quiero leer algo tuyo, ¿dónde puedo buscarte? Me encanta como escribes...
-¡Ella tiene un blog!
-¿Ah si? No sabía ¿Cómo se llama?
-Lo tengo abandonado, no le hagas caso. Te presento a un amigo...
-Mucho gusto.
-Igualmente...
-Mawa anota mi número para tomarnos un café un día de estos, y me pasas la dirección de tu blog. Me encantaría leerlo.
-Por supuesto. Sería genial tomarnos algo.
-¿De qué trata el blog?
-Ah...ummmm...Cosas personales, tonterías sin importancia.
-Igual sería buenísimo leerlo y verte para tomarnos algo.
-Claro, te escribo...
-Un placer verte...
-Igual...
-¿Ya te calmaste? ¿Estás mojada?
-¡Eres de lo último! ¿Por qué mencionaste el blog?
-Sería divertido que lo leyera y ver su cara...
-¡No!
-¿Por qué no quieres que se entere?
-Me da pena, es mi crush. Si se entera quizás no se quiera tomar un café conmigo...
-O quizás quiera conocerte mucho más....
-¿Tú crees?
-Mi amor con esa pinta de hetero que tiene no creo...
-Lo mismo pienso...
-Y si pudieras jugar papá y mamá con ella ¿qué rol serías tú?
-¡Sádico!
-Dime...¿Serías el papá verdad?
-....
-¡Lo sabía!







Comentarios

Entradas populares de este blog

Anatomía de un guayabo (y II)

-No quiero que me malinterpretes. Te pregunté en esa oportunidad si a pesar de conocer todos los ciclos por los que tienes que pasar, desde el momento en que sabes que te enamoraste, hasta el día en que te das cuenta que todo termina, y entras en ese maluco guayabo querías, aún así, a pesar de todo el lío...¿enamorarte? Lo digo porque sin duda, no puedo negarlo, ¡Vale la pena! Sí, sí, no creas que estoy loca. Chama, lo mejor del final, no es que quiera insistir en este sentimiento pesimista, pero lo mejor del final es terminar bien con tu ex. No, creas, pasa mucho y no es malo. O en un caso hipotético al menos no quedar con un sentimiento de odio porque si se da ese caso, quedar herida de rencores, tú serías la perdedora ¿Y no queremos perder verdad? En mi caso, mi última ex me montó tantos los cuernos, que ese debe ser el motivo por el que ahora se me cae más el cabello...¡No te rías! ¡Es verdad! Aquello fue una carnicería del engaño, lo mínimo que ella se merecía de mi parte era que

El momento de la despedida o hasta aquí llega esta echadera de cuentos

Yo pensé que esto iba a ser muy fácil. Acaricié muchas veces la idea de llegar a este momento porque estaba loca por cerrar este ciclo que comenzó hace mucho tiempo. Prometí despedirme en la entrada 200 pero los tiempos se fueron alargando y me tocó, como muchos otros, salir de mi país. Al llegar a Lima dejé de lado el blog porque no tenía la paciencia, las ganas y la fuerza de voluntad para seguir empujando las historias. Emigrar me sumió en una especie de depresión pasiva (si esto de verdad existe) y me quitó por mucho tiempo las ganas de escribir, pero esos cuentos son para otro momento. Comencé a escribir por acá, si no me equivoco, en el año 2013.   Lo abrí tiempo después de llegar a Puerto Ordaz luego de vivir 13 años en Maracay, donde me fui a estudiar comunicación social. Llegué a Puerto Ordaz con el corazón roto porque había dejado al amor de mi vida en esa ciudad, con la promesa de regresar juntas muy pronto. Nunca ocurrió. El blog nació como una forma de sacar toda esta frus

El fin del caos (y III)

 -No creo que te sirva este pantalón. Me dijo David sosteniendo en la mano un jean de su hermana, dos tallas menor a la mía. -¿No habrá algo más? Tardó un rato más en buscar y esta vez llegó con una larga falda amarilla llena de pliegos, lazos y lentejuelas de colores, una prenda que jamás en mi vida sobria y sensata hubiera utilizado.  No hace falta acotar que este no era el momento más sensato de mi vida. Una vez más. -Pero me la tienes que regresar rápido, es la falda favorita de mi mamá. La tierna advertencia de David junto a su disposición de ayuda, me hizo callar cualquier queja inútil en una situación donde no tenía muchas salidas. Tampoco quería seguir hablando de la noche anterior, pero David me empujaba. -¿Qué le pasó a tu pantalón? ¿Le hiciste el sexo oral a esta chama? Sin él saberlo, las dos respuestas a sus preguntas tenían una relación directa.  Le conté como en sueños me dejé llevar hasta el sofá.  Observé como mi amiga abría las piernas ante mí con sus manos guiando mi