Me duele la cabeza.
Pero es un dolor físico, nada de esas tonterías sicológicas.
Es una puntada en el lado derecho de mi cabeza y cuando me toco, toda mi frente está cubierta por algodones.
¿Qué pasó?
Creo recordar la noche anterior.
El espectáculo, la risa, el llanto y la repetitiva y balbuceante frase ante mi familia.
-¡Todas las mujeres de aquí son arrechas! ¡Tú eres arrecha! ¡Tú también!
Después de eso el golpe y ahora, pedazos de conversaciones pasadas que se mezclan con mi presente.
-Mawa, no me voy a ir sin nada. Voy a llevar la hierba encima.
-¡ESTÁS LOCO?
-No, ¿por qué?
-¿Vas a pasar marihuana por un aeropuerto? Yo llevo un yesquero y me lo decomisan.
-No va a pasar nada, tengo mis técnicas.
Creo que el golpe en la cabeza fue porque la pegué contra la esquina de una mesa.
-A la amiga la conectaron.
-¿Qué?
-La novia le cayó a golpes, Mawa.
-¿La loca que se inventó un cáncer para que no la dejaran?
-Esa misma.
-En una semana vuelven, después sabremos de ellas por las noticias.
Me levanto a tomar un poco de agua, pero la lengua está pesada y pastosa.
-Terminé mi relación.
-¿Otra vez? ¿Esta es la...cuanta que terminan Mawa?
-La quinta.
Me siento en el sofá, retengo el silencio, miro por encima de la oscuridad.
-¡17 días sin comunicarte conmigo! ¿Y ahora es que vienes a aparecer Mawa?
-Lo siento, es que no tengo tiempo para nada, tengo la mente en otra parte, mucho trabajo.
-¡Me importa una mierda!
-No es necesaria la grosería.
Creo que deben ser las horas ocho, ya ni sé, por momento me entra una dislexia.
-Estoy segura que voy a sufrir de Alzheimer.
-¡No digas eso ni en broma!
-Es mi mayor temor, ¿te imaginas una periodista con esa enfermedad? Se me olvidan nombres, voy manejando y confundo calles. Lo trato de ocultar.
Entro al cuarto.
-¿Qué me pasó en la frente?
-Te caíste y viniste llorando hacia mí, parecías una niña. No tomes más así.
Regreso a la sala, recuerdo con grato alivio que no tengo que trabajar.
-Estoy metida en una investigación con esta gente de Alcohólicos Anónimos.
-¿Por qué te sientes identificada Mawa?
-Quizás, me llama la atención el tema.
Y recuerdo que una de las preguntas, una de las 12, es...¿ha tenido lagunas mentales?
Pues sí, este es el caso, o quizás es un sueño.
O tal vez es este dolor de cabeza en el derecho lado de mi cabeza.
No sé ando disléxica.
Pero es un dolor físico, nada de esas tonterías sicológicas.
Es una puntada en el lado derecho de mi cabeza y cuando me toco, toda mi frente está cubierta por algodones.
¿Qué pasó?
Creo recordar la noche anterior.
El espectáculo, la risa, el llanto y la repetitiva y balbuceante frase ante mi familia.
-¡Todas las mujeres de aquí son arrechas! ¡Tú eres arrecha! ¡Tú también!
Después de eso el golpe y ahora, pedazos de conversaciones pasadas que se mezclan con mi presente.
-Mawa, no me voy a ir sin nada. Voy a llevar la hierba encima.
-¡ESTÁS LOCO?
-No, ¿por qué?
-¿Vas a pasar marihuana por un aeropuerto? Yo llevo un yesquero y me lo decomisan.
-No va a pasar nada, tengo mis técnicas.
Creo que el golpe en la cabeza fue porque la pegué contra la esquina de una mesa.
-A la amiga la conectaron.
-¿Qué?
-La novia le cayó a golpes, Mawa.
-¿La loca que se inventó un cáncer para que no la dejaran?
-Esa misma.
-En una semana vuelven, después sabremos de ellas por las noticias.
Me levanto a tomar un poco de agua, pero la lengua está pesada y pastosa.
-Terminé mi relación.
-¿Otra vez? ¿Esta es la...cuanta que terminan Mawa?
-La quinta.
Me siento en el sofá, retengo el silencio, miro por encima de la oscuridad.
-¡17 días sin comunicarte conmigo! ¿Y ahora es que vienes a aparecer Mawa?
-Lo siento, es que no tengo tiempo para nada, tengo la mente en otra parte, mucho trabajo.
-¡Me importa una mierda!
-No es necesaria la grosería.
Creo que deben ser las horas ocho, ya ni sé, por momento me entra una dislexia.
-Estoy segura que voy a sufrir de Alzheimer.
-¡No digas eso ni en broma!
-Es mi mayor temor, ¿te imaginas una periodista con esa enfermedad? Se me olvidan nombres, voy manejando y confundo calles. Lo trato de ocultar.
Entro al cuarto.
-¿Qué me pasó en la frente?
-Te caíste y viniste llorando hacia mí, parecías una niña. No tomes más así.
Regreso a la sala, recuerdo con grato alivio que no tengo que trabajar.
-Estoy metida en una investigación con esta gente de Alcohólicos Anónimos.
-¿Por qué te sientes identificada Mawa?
-Quizás, me llama la atención el tema.
Y recuerdo que una de las preguntas, una de las 12, es...¿ha tenido lagunas mentales?
Pues sí, este es el caso, o quizás es un sueño.
O tal vez es este dolor de cabeza en el derecho lado de mi cabeza.
No sé ando disléxica.
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