Nadie está preparado para las catástrofes, podemos aprender la teoría pero jamás será igual a la práctica. Nada se compara con estar en la zona de guerra, tomar el fusil y conocer a la suegra. No hay momento más paralizante y terrorífico que ese, yo preferiría una tortura china, una huelga de hambre, tirarme al mar infectado de tiburones, que ver esa mirada de escrutinio, de asco mal disimulado, de preguntas inquietantes sobre tu pasado, presente y futuro, esa mirada de reconocer a la persona con la que tu hija se pierde en las noches. Prefiero caminar sobre brasas ardientes mientras bailo una bachata. Pero es inevitable, en algún momento llegará ese famoso día, si ustedes creen que es difícil, imaginen algo más, eres gay y vas a presentar a tu pareja como un amigo más, en mi caso una amiga. Primero, los papás están vacunados contra las mentiras y conocen el mínimo gesto que haces, huelen el miedo desde el momento que dices, mira mamá está es... Lo saben, lo presienten, pasaron e