-¡Tengo ganas de vomitar! -¡Ni se te ocurra! Sofia dile que no se atreva a vomitar el carro. -Mawa, ¿quieres vomitar? -No, ya se me pasó. Pongan La Lupe. -No voy a poner La Lupe... -Quiero escuchar La Lupe, La Lupe, La Lupe. Pongan La Tirana. -¡Coño! ¡Borracho no es gente! No hagas un show aquí. Rosana me odiaba, lo sabía, porque el sentimiento era mutuo. La pareja de mi ex pareja Sofía, me tragaba en píldoras amargas porque no le quedaba de otra. Sofía le había dejado en claro que nuestra amistad después una relación de casi siete años, estaba blindada contra pataletas de celos. Pero esto no detenía las malas miradas que nos dedicábamos, cada vez que estábamos juntas. Como tenía oportunidades de ver a Sofía, no perdía tiempo en hablar mal de su pareja, de puntualizar lo malo, pero mi ex novia estaba clara en algo, el respeto lo pedía de lado y lado. Para poner a prueba nuestra resistencia, me buscaba con su novia hasta mi casa para tomarnos algo. No solo estuve a punto de