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Mostrando entradas de septiembre, 2019

La intervención

Antes de la intervención  Los animales responden a estímulos. Hace muchos años tuve una perrita llamada Chiquita, que movía la cola cada vez que me veía entrar a la casa después del trabajo. Chiquita sabía, olfateaba desde lejos, la recompensa que le tenía reservaba pero con la condición de que me diera la pata. Así que Chiquita, mi perrita, me esperaba lista con la pata arriba. Pata arriba, comida. Pata abajo, nada. Un estímulo simple, básico, sin complicaciones. Los seres humanos somos una masa de carne más compleja que un perro, o en teoría debería ser así. Pero ahora, mirando de frente a mi amiga Sandra, empiezo a cuestionar totalmente esta premisa. Ella no me mira porque tiene la vista clavada en la pantalla de su celular mientras sus dedos escriben frenéticamente. Yo estoy callada esperando que termine de decir algo, pero su teléfono no deja de escupir sonidos, y cada medio minuto se interrumpe para responder como una poseída. Cuando no suena el celular, igual lo

El fracaso de cupido

El ambiente es perfecto. Un cielo despejado con una luna llena como guinda. Un jazz tan sutil, orgásmico, que invita confesar secretos y propuestas indecentes. Unas cuantas cervezas nadando en un recipiente repleto de hielo, buena compañía conversando de todo y de nada, mientras una piscina en calma nos regala sus eternos reflejos azules. Pero nada en este ambiente es inocente, porque estoy en este bar al aire libre con el propósito de unir dos corazones. Mi buen amigo David, que ahora lo tengo al frente, tiene un año completamente solo sin posibilidad de conseguir compañía por culpa de su congénita timidez. A mi derecha está Sandra, una compañera de trabajo tan inestable en sus relaciones amorosas, que ella misma podría ser un ejemplar para crear una nueva patología para el desastre en pareja. A mi izquierda en esta mesa redonda está una amiga de Sandra, a quien no conozco de nada y mucho menos puedo recordar su nombre, pero quien no deja de hablar sobre su reciente divorcio y

Réquiem por una infidelidad (y III)

Una eternidad, esperé este instante y no lo dejaré deslizar en recuerdos quietos, ni en balas rasantes, que matan. Come de mí, come de mi carne. -¿Qué haces? -Escribo la primera estrofa de la canción de Soda Stereo. -Focus, Honey . Concéntrate en la locura.  -Es que dije que nunca más iba a escribir sobre mi ex, esa ex. -Y siempre tú apegada a las promesas. -Me preocupa una cosa. -¿Solo una? ¡Qué optimista! -Sí, solo una...Ella me va a preguntar, ¿cómo pude serle infiel al que fue el amor de mi vida? -Madonna tiene la respuesta. -¡No! ¡Por favor no hagas la imitación de Madonna! ¡No en este sitio súper hetero! -Le vas a decir... -Siéntate marico... -Voy a buscar una cerveza... -¡No vas a tomar más y siéntate! -Le vas a decir, que cuando la conociste, I was beat, incomplete, but you made me feel, yeah, you made me feel, shiny and new... -¡Dios santo! ¡Pide la cuenta! - Like a virgin, touched for the very first time, Like a virgin, uuuuh Entre caníbales  Te